Ramón Sánchez-Pizjuán Muñoz nació el año 1900 en Sevilla y falleció en la misma ciudad en 1956 a la edad de 55 años. Su vida estuvo marcada por una dedicación apasionada al mundo del fútbol y la justicia.
Familia. Sánchez-Pizjuán provenía de una destacada familia sevillana. Su padre, Eduardo Sánchez-Pizjuán, fue un influyente diputado del partido liberal, mientras que su tío, Francisco Sánchez-Pizjuán, se destacó como un eminente médico en Sevilla, lo cual quedó reflejado en la avenida que lleva su nombre en la ciudad. Aunque Ramón no tuvo descendencia, su legado perdura en la memoria de todos aquellos que lo conocieron y amaron.
Formación. Ramón Sánchez-Pizjuán estudió la carrera de Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla.
Trayectoria Profesional: Abogado de profesión, Sánchez-Pizjuán siempre tuvo un firme compromiso con la justicia y defendió causas justas, a menudo sin recibir compensación económica. Su bufete se convirtió en uno de los más prestigiosos de Sevilla, reflejando su integridad y habilidades legales excepcionales.
El vínculo con el Sevilla FC: El lazo de Sánchez-Pizjuán con el Sevilla Fútbol Club se forjó en 1918, cuando se unió al club como portero y emprendió una gira por Portugal. A pesar de su temprana retirada como futbolista, su contribución al club fue indeleble.
Cuando tenía 23 años de edad, formó parte de la directiva presidida por Manuel Blasco Garzón, en calidad de secretario, siguiendo en este cargo con el siguiente presidente Juan Domínguez Osborne Barón de Gracia Real.
En 1932, asumió la presidencia del Sevilla FC por primera vez, liderando al equipo durante un período crucial de su historia. Durante su mandato, tomó medidas audaces para fortalecer al equipo, con la meta de llevarlo a la máxima categoría. Esta visión se materializó en la temporada 1933/34, cuando el Sevilla FC ascendió a la Primera División, convirtiéndose en campeón de la Segunda División.
Sánchez-Pizjuán también desempeñó un papel crucial durante la Guerra Civil Española (1936-1939), asegurando que la mayoría de los jugadores permanecieran lejos del conflicto, participando en partidos benéficos en apoyo a causas humanitarias.
En 1941, dimitió como presidente del Sevilla FC al ser nombrado vicepresidente de la Federación Española de Fútbol, trasladando su residencia a Madrid.
Regresó a Sevilla en 1948 y asumió nuevamente la presidencia del club. Su liderazgo continuó hasta su trágico fallecimiento en 1956.
Relevancia. Sánchez-Pizjuán fue considerado un presidente muy cualificado, recto, y de una gran personalidad. Cuando repentinamente falleció en 1956 su entierro fue un clamor por lo mucho que le querían todos los sevillistas y su legado perdura hasta el día de hoy.
Su sucesor en la presidencia del Club Ramón de Carranza pronunció sobre su ataud las siguientes palabras: "Querido Ramón, ahora te vamos a dar tus amigos, entre los que me honro, cristiana sepultura, y al día siguiente a la entrega de tu cuerpo a la tierra, nos ponemos manos a la obra y tu sueño de que el Sevilla FC tenga un gran estadio, se verá hecho realidad. Ramón, vete tranquilo al cielo que tus deseos serán cumplidos". Porque él fue el artífice de la construcción del estadio que lleva su nombre situado al lado del antiguo campo de Nervión, que se inauguró el 7 de septiembre de 1958.
Autor. Feliciano Robles.
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