Personalidad destacada en en la vida universitaria sevillana de la segunda mitad del siglo XX. Hay que destacar no solo su perfil de cirujano, sino que además fue un gran clínico, enseñándonos siempre lo importante que era el hacer una historia clínica y una exploración completa.
Familia. Sus padres fueron D. José Zarapico Lora y Dª Exaltación Romero Nieto, eran labradores y propietarios de tierras de cultivo. El matrimonio tuvo a lo largo de su vida diez hijos, de los cuales cuatro fallecerán en la infancia, siendo Manuel el sexto. Ninguno de ellos tuvo descendencia. Manuel permaneció soltero toda su vida.
Formación. Realizó los estudios primarios en la escuela de su pueblo, terminando el bachillerato en el Instituto San Isidoro de Sevilla en 1931. Se matriculó en la Facultad de Medicina de Sevilla para el curso 1931-32. Su carrera se cortó al finalizar el tercer curso de la licenciatura en 1936, con el estallido de la Guerra Civil, fue destinado al Regimiento de Infantería “Pavía” nº 7 de Algeciras, llegando a conocer el frente del Ebro. En 1939 obtuvo plaza de funcionario del Cuerpo General de Policía, y su destino Oviedo. Pero su meta era hacerse médico y, como en la capital asturiana no existía Facultad de Medicina, solicitó el traslado a Valencia. En esta ciudad se convirtió en un estudiante ejemplar, finalizando su carrera de Medicina en 1941. En 1946 leyó su tesis doctoral.
Docencia. Su vocación docente se debió a su maestro el Prof. D. Francisco Martín Lagos, siendo Profesor Ayudante y Auxiliar de su cátedra de Patología Quirúrgica en la capital valenciana. Marchará con él a Madrid posteriormente, al obtener allí Martín Lagos cátedra por traslado. En 1949, por concurso-oposición, fue Profesor Adjunto de Patología Quirúrgica de la Universidad Central. En 1957 opositó Zarapico a cátedra, en un reñido concurso cuyo tribunal lo presidía D. Antonio Cortés Lladó. Obtuvo el número uno, eligiendo Cádiz como destino. En estas mismas oposiciones salió como catedrático también D. Sebastián García Díaz. En Cádiz estuvo solo un año, ya que en 1958 consiguió por traslado la vacante de Sevilla, en donde permaneció hasta su jubilación en 1984. Profesores Adjuntos de su cátedra fueron D. Tomás Charlo Dupont, D. Manuel Hernández Peña y D. Fernando Sáenz López de Rueda. Otro cargo docente que tuvo fue el de Director de la Escuela Oficial de Fisioterapeutas en la Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios de Sevilla, desde 1966.
Cargos médicos.
Médico de Guardia del Hospital Provincial de Valencia (1943).
Médico de Guardia del Hospital General de la Cruz Roja de Madrid (1948).
Secretario de Junta de Clínicas de la Facultad de Medicina de Madrid (1952).
Director Clínico del Hospital de la Facultad de Medicina de Cádiz (1957-1958).
Director del Hospital Clínico de la Facultad de Medicina de Sevilla (1958-1972).
Investigación
Becario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de 1944 a 1950.
Pensionado en 1946 por la Junta de Relaciones Culturales en el Hospital Hammersmith de Londres.
Director de 11 Cursos organizados en la cátedra de Patología Quirúrgica de Sevilla de 1963 a 1977.
Publicaciones. Autor de “Cirugía del Miembro Superior”, capítulo de la obra “Patología y Terapéutica Quirúrgicas”, dirigida en 1957 por el Prof. Martín Lagos. Autor de 117 artículos en revistas científicas.
Divulgación. Autor de 126 conferencias, además de numerosas Ponencias a Congresos y Mesas Redondas. Secretario de la revista “Cirugía, Traumatología y Ortopedia” en 1944. Secretario y fundador de la “Revista de Cirugía, Ginecología y Urología” en 1950. Consultor y miembro del consejo de redacción de “Medicamenta”, “Híspalis Médica”, “Revista Española de Cirugía Osteoarticular” y “Geriatría”.
Academias. El 10 de abril de 1975 fue nombrado Académico Electo de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, cubriendo la vacante en la Sección de Ciencias Fundamentales —Anatomía—, por fallecimiento del Prof. D. José María Cañadas Bueno. Su recepción como Académico Numerario fue el 17 de abril de 1977, leyendo el discurso “Bases anatómicas para la intervención de elección en el cáncer de esófago”. Le contestó en nombre de la Corporación el Prof. D. Juan Jiménez- Castellanos. En 1989 dio el discurso inaugural del 289º año académico, titulado “La ingeniería genética: un logro de nuestro tiempo”.
Reconocimientos honoríficos. Miembro de Honor de la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia en 1984.
Relevancia. El profesor, en palabras del Dr. Fernando Sáenz, fue un hombre controvertido como consecuencia de su fuerte personalidad, que generaba sentimientos contrapuestos entre aquellos que creían conocerle. Tuvo el pragmatismo como línea de conducta, llevando una vida austera y de dedicación absoluta a la medicina. Hay que destacar no solo su perfil de cirujano, sino que además fue un gran clínico, enseñándonos siempre lo importante que era el hacer una historia clínica y una exploración completa.
Su asignatura, la Patología Quirúrgica, era entonces la más difícil en la Facultad. El profesor creía que no debía aprobar a nadie a quien no viera preparado, pensando en el bien de los futuros pacientes. Las clases las impartía generalmente presentándonos en el aula a un enfermo, se leía la historia clínica y se hacía la exploración, posteriormente se exponían las pruebas complementarias y él iba preguntándonos por el juicio clínico y el tratamiento; para terminar, hacía una exposición en la pizarra sobre la enfermedad de que se tratara.
Los exámenes fueron hasta 1978 orales, como en una oposición, y el alumno sacaba de tres copas sendas bolitas con el número correspondiente a un tema que tenía que exponer. Los que fuimos sus alumnos siempre recordaremos su respeto y humanidad con los pacientes. La totalidad de sus discípulos le recuerdan con nostalgia y siempre son innumerables las anécdotas vividas con D. Manuel que se siguen contando hoy día, unas ciertas y otras, en verdad, un poco exageradas.
Fuentes: Esta biografía ha sido escrita por el Dr. Jorge Domínguez-Rodiño Sánchez-Laulhé.
Autor. Feliciano Robles.
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