Asensio de Maeda, ilustre arquitecto, nació en Granada en el año 1547, y murió en Sevilla en 1607 a los 60 años de edad. Fue en esta ciudad donde dejó una huella imborrable, alzándose como maestro mayor de la majestuosa Catedral de Sevilla en el año 1582. Al año siguiente, recibió un honor similar al ser nombrado maestro mayor del Hospital de las Cinco Llagas, también enclavado en Sevilla.
Familia: El arte de la arquitectura corrió en las venas de Asensio, pues su padre, Juan de Maeda, también desempeñó el prestigioso cargo de maestro mayor en la Catedral de Sevilla, sirviendo como fuente inagotable de inspiración y conocimiento en su formación.
Trayectoria profesional: La rica trayectoria profesional de Asensio de Maeda se nutrió de proyectos de gran envergadura. En su rol como arquitecto de la Catedral de Sevilla, dejó una impronta indeleble al concluir las obras en el cuadrante suroriental del majestuoso templo. Allí, cerró las bóvedas del Antecabildo, la Casa de Cuentas y la Sala Capitular, siguiendo las trazas delineadas por Hernán Ruiz II, con la colaboración de su hijo homónimo, Hernán Ruiz III. Asensio también supervisó las labores ornamentales de estos espacios y aportó su ingenio en la creación del pavimento, que se convirtió en uno de los detalles más destacados de su obra.
En su rol como maestro mayor del Hospital de las Cinco Llagas, dejó su huella en la iglesia del hospital al supervisar el cerramiento de sus bóvedas y diseñar el Retablo Mayor. Asimismo, contribuyó a la majestuosidad del edificio hospitalario al trazar la portada principal de ingreso, una obra maestra que fue erigida posteriormente en 1618 por el hábil arquitecto Miguel de Zumárraga, quien, tras la partida de Asensio, ocupó su puesto como maestro mayor. La portada destila un fuerte carácter manierista, caracterizado por su puerta adintelada flanqueada por medias columnas toscanas que enmarcan hornacinas, mientras que el balcón superior se sostiene sobre pilastras jónicas y cajeadas, coronado por un frontón curvo partido que alberga un escudo de gran belleza.
Enriqueciendo aún más el patrimonio arquitectónico de Sevilla, Asensio de Maeda emprendió reformas y nuevos proyectos para el Ayuntamiento sevillano, incluyendo la Puerta de Carmona y la Puerta de la Carne, ambas impregnadas de un manierismo que marcó su estilo distintivo. Además, dejó su marca en la Aduana. En 1574, sus talentos se plasmaron en el diseño de las fuentes de la Alameda de Hércules, el jardín público más antiguo de España y Europa. También intervino en el Real Alcázar, donde revitalizó espacios del palacio gótico y mejoró su conexión con los jardines exteriores, una contribución invaluable al esplendor del lugar.
Asensio de Maeda no limitó su genio creativo a la capital, ya que también dejó su impronta en otras localidades de la provincia de Sevilla. Entre sus proyectos notables se encuentra el diseño de la Capilla Sacramental y la Sacristía de la Iglesia de San Miguel en Morón de la Frontera. Su legado arquitectónico sigue asombrando a generaciones posteriores y honrando su incansable dedicación al arte de la construcción.
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