La biografía del escultor e imaginero Luis Álvarez Duarte, puede concretarse en los siguientes términos:
Luis Álvarez Duarte, escultor, imaginero, restaurador y académico, nació en Sevilla en 1949 y falleció en la misma ciudad en 2019 a los 70 años de edad. Su legado artístico se extiende por más de mil esculturas ubicadas en todo el mundo, abarcando desde imágenes titulares y secundarias hasta obras profanas y encargos particulares. Desde Sevilla hasta diversas provincias de Andalucía, otras regiones de España y el extranjero, sus creaciones han dejado una huella imborrable. Entre ellas, destacan la Macarena de Nueva York, la Virgen del Amparo de La Habana y el célebre "Cristo de los futbolistas" para la Catedral de Buenos Aires. Su estilo único ha sido imitado por numerosos escultores.
La consagración de Álvarez Duarte como imaginero se produjo en 1973, al entregar la nueva talla de la Virgen del Patrocinio a la Hermandad de El Cachorro (Sevilla), en sustitución de una imagen anterior destruida en un incendio en el mismo año.
Familia. Luis Álvarez Duarte nació en Sevilla, pero sus padres eran originarios de Badajoz y se establecieron en el barrio de San José Obrero. Criado por su madre, quien sacó adelante a sus tres hijos sola después de que su padre se trasladara a trabajar a las minas de Asturias, Álvarez Duarte tuvo una hija llamada Guadalupe.
Formación. Desde temprana edad, Álvarez Duarte se sintió atraído por el arte del modelado. Aunque su formación fue principalmente autodidacta, también recibió enseñanzas de artistas sevillanos contemporáneos y asistió a clases en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Sevilla.
Estancia en Italia. Entre 1980 y 1984, Álvarez Duarte emprendió varios viajes a Italia, incluyendo una estancia en la Escuela de Restauración de Florencia. Durante este periodo, tuvo un contacto directo con obras del Renacimiento y Barroco italianos, estudiando a maestros como Miguel Ángel y mostrando especial interés en la obra de Bernini.
Inicios artísticos. Su primera obra destacada fue la Virgen de Guadalupe, realizada a los 16 años, y uno de sus primeros crucifijos fue el Cristo de la Sed para la Hermandad de La Sed (Sevilla). Bajo la influencia de Francisco Buiza, maestro directo, Álvarez Duarte se ganó el apodo de "Niño imaginero".
Imágenes sevillanas. Discípulo de Buiza, Álvarez Duarte dejó su huella en numerosas imágenes sevillanas, como las vírgenes de Guadalupe de Las Aguas, el Patrocinio del Cachorro, Dolores de San José Obrero, Dulce Nombre de Bellavista, Divina Gracia de Padre Pío, el Cautivo y la Virgen del Rosario de San Pablo, así como los cristos de la Sed y las Cinco Llagas de la Trinidad, entre otras.
Relevancia, Considerado el imaginero más relevante desde las últimas décadas del siglo XX, la obra de Álvarez Duarte está compuesta principalmente por tallas en madera de carácter religioso, con una presencia destacada en toda España y una significativa producción en Hispanoamérica.
Restaurador. Álvarez Duarte desempeñó un papel crucial en la intervención y restauración de imágenes, siendo notable su labor en el Cristo de las Tres Caídas en 1982, la Esperanza de Triana en 1989 y el Señor del Gran Poder (Sevilla) en 2010.
Academias. En reconocimiento a su contribución al mundo artístico, fue nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla en 2006.
Con su partida en 2019, dejó un legado duradero en la escultura sacra y la imaginería, consolidándose como una figura emblemática en el panorama artístico español.
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