Rodrigo
Caro, poeta, historiador, abogado y sacerdote. Nació
en Utrera (Sevilla) en 1573 y murió en Sevilla en 1647 a los 74 años
de edad.
Fue
un personaje relevante del siglo de Oro español. Marcelino
Menéndez y Pelayo prologó la edición de sus obras en “Bibliófilos
andaluces de los siglos XIV y XV” que fueron publicadas en 1883.
Familia
Cuando
murió su padre, Rodrigo se hizo cargo de su madre y de sus ocho
hermanos. Su mecenas fue el duque de Alcalá.
Formación
Estudió cánones en
las Universidades de Osuna y Sevilla donde se graduó en 1596 y
fue ordenado sacerdote hacia 1598.
Abogado
Fue
abogado eclesiástico entre 1596 y 1620, y no le faltó trabajo, pues
atendió en ese periodo unos siete pleitos al año. Fue visitador
general de la archidiócesis, una especie de inspector de
iglesias y en 1627 se trasladó de Utrera a Sevilla, donde se
desempeñó además como juez de testamentos. Otras comisiones del
arzobispado le acarrearon diversas amarguras y un pequeño destierro
a Portugal.
Sacerdote
Ejerció
como sacerdote en la parroquia de Santa María de
Utrera, allí consiguió ser nombrado abogado del concejo
municipal de su villa.
Historiador
Mantuvo
relación con numerosos autores, como Francisco de Rioja, quien
le dio largas constantemente en su petición de una capellanía
real y del cargo de cronista de Indias; Francisco de
Quevedo, a quien conoció en un viaje que este hizo a Sevilla con
el rey en 1624; Francisco Pacheco, etc.
Fue,
sobre todo, arqueólogo, anticuario e historiador; tenía una gran
biblioteca de clásicos y hasta un pequeño museo y escribió tanto
en latín como en castellano. En 1619 empezó a
trabajar como censor de libros.
Sus
principales obras en prosa incluyen, entre otras:
- “Claros varones en letras, naturales de la ciudad de Sevilla”. Es una colección de biografías de ilustres personajes sevillanos.
- Tratado de la antigüedad del apellido Caro
- Memorial de Utrera
- Veterum Hispaniae Deorum Manes sive Reliquiae
- Relación de las inscripciones y antigüedad de la Villa de Utrera
- El santuario de Nuestra Señora de la Consolación (1622)
- Antigüedades y principado de la Ilustrísima ciudad de Sevilla y corografía de su convento jurídico o antigua Chancillería (1634)
- Un especial interés guardan sus “Días geniales o lúdicros” por la enorme cantidad de materiales folclóricos que contiene
En
el campo de la poesía escribió sobre la historia y riquezas de las
ciudades andaluzas de Carmona, Utrera y Sevilla, así
como sonetos y poemas laudatorios a San Ignacio de
Loyola y a otros personajes.
Utilizó
motivos propios de la canción de amor erótica para
manifestar su entrega a Cristo y también escribió romances
burlescos.
Su
poema más famoso e importantes fue la “Canción a las ruinas
de Itálica”, que ha estado publicado en muchas antologías.
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