Juan
de Arguijo, poeta, músico y mecenas. Nació en Sevilla en 1562 y
murió en la misma ciudad en 1622 a los 60 años de edad
Fue
un personaje perteneciente al Siglo de Oro en la corriente
estética barroca. Rodrigo Caro fue discípulo suyo. El
equilibrio, la perfección formal, la temática clásica y la
estética de Arguijo le constituyeron en el siglo XVIII como uno de
los modelos de la literatura del Neoclasicismo junto a los
escritores renacentistas del siglo XVI.
Familia
Sus
padres Gaspar de Arguijo, comerciante tinerfeño y Petronila Manuel,
eran familia acaudalada. A la muerte de su padre heredó un extenso
patrimonio entre los que se encuentra la Casa de Arguijo, que ya
entonces era un amplio espacio fruto de la adquisición de los
inmuebles aledaños a la residencia inicial. Estuvo casado con
Sebastiana Pérez de Guzmán, que era hija del socio de su padre.
Formación
Juan
de Arguijo estudió en el colegio de la Compañía de Jesús de
Sevilla (1576-1580), manteniéndose muy vinculado a la orden
jesuítica durante el resto de su vida y cuya influencia se va a
dejar sentir con fuerza en su obra.
Cargos
públicos
Gracias
a la preeminencia social y económica que había alcanzado la familia
con el comercio de América, ostentará cargos y honores públicos
como veinticuatro de la ciudad hispalense en 1590, cuyo cargo cederá
a Juan de Zuñiga, y como procurador de las Cortes en 1598 tras la
muerte de Felipe II.
Mecenazgo
Se
distinguió como mecenas de artistas y escritores. En su tertulia
solía leer cuentos, que recogió el poeta sevillano Antonio
Ortiz Melgarejo y editó Antonio Paz y Mellá en uno
de los volúmenes de “Sales españolas o agudezas del ingenio
nacional” (1902).
Fue
amigo y el mecenas sevillano de Lope de Vega, quien le dedicó
sus Rimas y le imitó en algunos de los sonetos que
contiene este libro de tema mitológico, histórico y grecolatino.
Por
su afición a la buena y disipada vida dilapidó bastante su
patrimonio familiar y hubo de padecer bastantes estrecheces
económicas en su vejez.
Poeta
En
sus poemas suele aparecer bajo el sobrenombre poético de
“Arcicio”. Reaccionó contra el culteranismo que
sedujo a la mayoría de sus contemporáneos, pertenecientes también
a la escuela sevillana, oponiendo a dicha estética el clasicismo y
la erudición arqueológica, por lo que su poesía aparece a los
criterios actuales demasiado culta y fría, si bien goza de una gran
perfección formal y equilibrio, que lucen su virtud en sonetos
perfectos como en “La constancia”.
Fue
un gran sonetista, sobre todo sobre temas mitológicos, que eran los
que prefería, aunque también compuso sonetos de tema moral e
históricos con el habitual desengaño y melancolía saturniana de
los barrocos.
Obras
La
obra más sobresaliente, de Arnicio, nombre poético con el que era
conocido Juan de Arguijo en su círculo literario, serían sus
sonetos y poesías que, como era habitual en la época, quedaron
inéditos. Algunos tuvieron la suerte de ser incluidos en obras de la
época
Entre
sus sonetos es muy conocido el que dedicó a la vihuela, instrumento
que debió tañer con mucho arte en las tertulias del momento, ya que
era un reputado músico y cantante.
Una
recopilación de sus sonetos fue publicada por primera vez en 1841
por Juan de Colón. Reúne 61 de los 100 poemas que compuso a lo
largo de su vida. No obstante, habrá que esperar hasta mediados del
siglo XX para que sean publicadas sus obras completas
No hay comentarios:
Publicar un comentario