Gustavo
Adolfo Bécquer, es el nombre literario de Gustavo Adolfo
Domínguez Bastida, poeta y narrador. Nació en Sevilla en 1836 y
murió en Madrid en 1870 a los 34 años de edad.
Es uno de los grandes poetas románticos del siglo XIX. Sus Rimas supusieron el punto de partida de la poesía moderna española. Sus trabajos más conocidos son sus “Rimas y Leyendas”.
Es uno de los grandes poetas románticos del siglo XIX. Sus Rimas supusieron el punto de partida de la poesía moderna española. Sus trabajos más conocidos son sus “Rimas y Leyendas”.
Familia
Era hijo del pintor José Domínguez Bécquer . Fueron siete hermanos entre ellos el pintor Valeriano Bécquer. Se casó y tuvo tres hijos.
Gustavo
quedó huérfano de padre a los cinco y a los once años también
quedó huérfano de madre y los hermanos Bécquer, fueron adoptados
entonces por su tía materna, María Bastida y Juan de Vargas, que se
hicieron cargo de sus siete sobrinos.
Formación
En 1847 se clausuró el Colegio de San Telmo y Gustavo Adolfo quedó desescolarizado. Fue entonces a vivir con su madrina Manuela Monnehay Moreno, acomodada comerciante, la cual disponía de una selecta biblioteca poética. En esta biblioteca empezó Gustavo Adolfo a aficionarse a la lectura.
Trayectoria
poética
Tras
uno inicios literarios en las revistas sevillanas de la época, en
1854 marchó a Madrid, con la intención de hacer carrera literaria.
Sin embargo, el éxito no le sonrió; su ambicioso proyecto de
escribir una “Historia de los templos de España” fue un fracaso,
y sólo consiguió publicar un tomo.
Para
poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de
obras de teatro extranjero, principalmente del francés idioma que
había aprendido en su niñez.
En
colaboración con su amigo Luis García Luna, y bajo seudónimo
escribieron algunas comedias y zarzuelas como “La novia y el
pantalón” (1856), en la que satirizaron el ambiente burgués y
poco artístico que les rodeaab, o La venta encantada, basada en
Don Quijote de la Mancha.
Enfermedad
En 1857, cayó gravemente enfermo ya no se recuperó hasta su muerte en 1870.
Pesimismo
Tuvo un modesto y eventual empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales. Su pesimismo fue creciendo día a día y sólo los cuidados de su patrona en Madrid, de algunos amigos y de su hermano Valeriano le ayudaron a superar la crisis.
Enamoramiento
Hacia 1858 conoció a la hermosa cantante de ópera Julia Espín. Gustavo se enamoró (decía que el amor era su única felicidad) y empezó a escribir las primeras Rimas, como Tu pupila es azul, pero la relación no llegó a consolidarse porque a ella disgustaba la vida bohemia del escritor.
Después,
entre 1859 y 1860, amó con pasión a una «dama de rumbo y manejo»
de Valladolid, que durante muchos años se identificó con Elisa
Guillén, un personaje que hoy se sabe inexistente. Pero la amante,
fuera quien fuera, se cansó de él y su abandono lo sumió en la
desesperación.
En
1861 se casó precipitadamente con Casta Esteban y Navarro, de la que
tuvo tres hijos.
En 1860 publicó Cartas literarias a una mujer en donde explica la esencia de sus Rimas que aluden a lo inefable.
En 1860 publicó Cartas literarias a una mujer en donde explica la esencia de sus Rimas que aluden a lo inefable.
Periodismo
Ese año consiguió un puesto de redactor en el periódico El Contemporáneo hasta que se clausuró en 1865, hará crónica de salones, política y literatura; gracias a esta remuneración vivió la familia.
En
1862 nació su primer hijo. Este periodo de tiempo fue la etapa más
fructífera de su carrera; años en los que compuso la mayor parte de
sus Leyendas, y redactó las Cartas literarias a una mujer, donde
expone sus teorías sobre la poesía y el amor.
Pasó
una temporada en el monasterio de Veruela y le inspiró Cartas
desde mi celda, un conjunto de hermosas descripciones paisajísticas.
Sevilla
En 1863 padeció una grave recaída en su enfermedad, y marchó a Sevilla con su familia. De esa época es el retrato hecho por su hermano que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Su
estancia en Sevilla fue breve por desavenencias familiares y en 1864
regresó a Madrid con un empleo de censor de novelas. En este último
año nace su segundo hijo.
Infidelidad
El año de 1868 fue un año tétrico para Bécquer porque su esposa Casta le fue infiel y su libro de poemas desapareció en los disturbios revolucionarios y para huir de ellos marchó a Toledo, donde permaneció un breve tiempo.
Ruptura matrimonial
En
Toledo nació su tercer hijo, dando pábulo a su tragedia conyugal,
pues se comentó que este último hijo era del amante de Casta.
También
falleció en 1870 su inseparable hermano y colaborador Valeriano, y
eso le sumió en una profunda tristeza.
Fallecimiento
Su enfermedad se agravó y murió en diciembre de ese mismo año de 1870 con 34 años de edad.
En
los días de su agonía, pidió a un amigo que quemase sus cartas
(«serían mi deshonra») y que publicasen su obra («Si es posible,
publicad mis versos, porque tengo el presentimiento de que muerto
seré más y mejor conocido que vivo».
Panteón de Sevillanos ilustres
En
1913, los restos de los dos hermanos Bécquer fueron trasladados a
Sevilla, reposando primero en la antigua capilla de la Universidad, y
desde 1972 en el Panteón de Sevillanos Ilustres. Hay un monumento
en recuerdo de Gustavo Adolfo en el centro de Sevilla.
Las Rimas
Una
vez fallecido Ferrán y Correa prepararon la edición de sus Obras
completas para ayudar a la familia.
Las
Rimas, son una colección de setenta y seis poesías, publicadas en
1871 con el título inicial de *El libro de los gorriones*. El
manuscrito, de este libro se conserva en la Biblioteca Nacional de
Madrid.
Valor literario
La
fama literaria de Bécquer se basa en sus Rimas, que iniciaron la
corriente romántica de poesía intimista inspirada en Heine y
opuesta a la retórica y la ampulosidad de los poetas románticos
anteriores.
La
crítica literaria del momento, sin embargo, no acogió bien sus
poemas, aunque su fama no dejaría de crecer en los años siguientes.
La poesía triunfante estaba hecha a medida de la sociedad burguesa
que consolidará la Restauración, y es prosaica, pomposa y
falsamente trascendente.
Todos
sus escritos dan muestra de un universo personal dividido entre el
sueño y la razón, la mujer ideal y la mujer carnal, la idea y la
palabra, la aristocracia y el pueblo, el sentimiento y la
inteligencia…
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