ANTONIO SUSILLO




Hoy en la sección de Sevillanos Ilustres Feliciano nos trae la vida de uno de los escultores españoles más famosos de la segunda mitad del siglo XIX.


Para empezar, ¿Quién era Susillo?

Antonio Susillo fue un prestigioso escultor, nacido en Sevilla en 1857 y fallecido por suicidio en Sevilla en 1896 cuando sólo tenía 39 años de edad y por tanto el año pasado se cumplieron 125 años de su fallecimiento.

Fue uno de los escultores más relevantes de su tiempo en España. Un artista que conoció la fama, pero que vivió atormentado. De una gran sensibilidad y compleja personalidad.

De enorme producción. En definitiva, un genio que sin él no se entendería buena parte del paisaje escultórico de Sevilla.

¿Qué datos familiares tienes de Susillo?

Era hijo de una modesta familia, su padre era almacenero de aceitunas aderezadas, sin tradición artística y fueron cinco hermanos. No se le conoce descendencia si bien estuvo casado.

¿Cómo fue la formación artística que tuvo Susillo?

El talento artístico de Susillo fue descubierto por el pintor José de la Vega. Susillo cursó un año estudios en la Escuela de Bellas Artes de París, bajo la protección de un príncipe ruso, allí obtuvo las máximas calificaciones. Aprendió fundición y visitó todos los talleres y museos de la ciudad.

En 1885 fue becado por el Ministerio de Fomento para pasar una estancia en Roma y ampliar estudios, allí se movió en un entorno academicista y cultivando la temática histórica.

¿Cómo fueron sus inicios profesionales?

Empezó su vida profesional con algunas esculturas de estilo clásico, con bajorrelieves realizados en yeso; de su etapa parisina se trajo a España a dos bajorrelieves sobre San Antonio de Padua, que fueron adquiridos por la reina Isabel II que llegó a visitar su taller.

En 1879 participó en la Exposición de Cádiz donde obtuvo una medalla de bronce.

¿Cómo fue su consolidación profesional?

Se consolidó como escultor relevante cuando empezó a crear esculturas de grandes proporciones, llegando a alcanzar notable fama con el conjunto denominado “El grito de Independencia” y el “Monumento a Daoiz” ubicados en la plaza de la Gavidia de Sevilla, por encargo del Ayuntamiento de Sevilla, así como el “Monumento a Colón” en Valladolid.

Susillo también restauró la Virgen de la Amargura, tras el aparatoso incendio del paso de palio ocurrido en la Plaza de San Francisco y es el autor de los monumentos a Velázquez, Miguel de Mañara, y Daoiz, todos ellos en Sevilla.

¿En qué consiste su obra escultórica conocida como Sevillanos ilustres?

La obra escultórica de Susillo más conocida hoy día son las esculturas de doce sevillanos ilustres que realizó por encargo de la duquesa de Montpensier, y que figuran sobre la balaustrada de la puerta de coches del Palacio de San Telmo, esculturas que representan a los siguientes personajes: Fray Bartolomé de las Casas, Fernando Afán de Rivera, Bartolomé Murillo, Benito Arias Montano, Luis Daoíz, Fernando de Herrera, Diego Ortiz de Zúñiga, Lope de Rueda, Miguel de Mañara. Diego Velázquez, Rodrigo Ponce de León y Juan Martínez Montañés.

Aquí sería necesario recabar que los administradores del Palacio de San Telmo, pusiesen en la peana de cada estatua el nombre de cada personaje, ya que con el paso del tiempo se han deteriorado los nombres que había puesto Susillo y hoy día no permite identificarlos.

Sobre una de sus obras existe una leyenda que además es la que traemos luego en nuestra sección de Leyendas de Sevilla ¿Qué nos puedes contar del Cristo de las Mieles?

Susillo realizó varias esculturas de tipo religioso, destacando entre todas su Cristo de la Miel o de las Mieles, una imagen plena de dramatismo realista, que se levanta sobre la tumba del malogrado escultor en el Cementerio de San Fernando de Sevilla, una de las imágenes más conocidas de la ciudad, y que más interés despierta, no solo por su leyenda e historia, sino por el lugar donde se encuentra situado.

¿Qué más aspectos relevantes señalarías de Susillo?

Pues decir que entre sus discípulos hay que destacar a los escultores Antonio Castillo Lastrucci y Joaquín Bilbao Martínez y que fue Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.

Y que ganó la segunda medalla en la Exposición Nacional y la medalla de oro en la Exposición de la Sociedad de Escritores y Artistas celebrada en Madrid, y que el rey Alfonso XII le nombró Caballero de la Real y distinguida Orden de Carlos III.

¿Nos puedes aclarar cómo fue su muerte?

Sobre su muerte el escritor Antonio Burgos mantiene en su obra “Guía secreta de Sevilla”, que Susillo se suicidó disparándose un tiro en la cabeza. La Iglesia de la época permitió su entierro en sagrado bajo el Cristo de las Mieles, en lugar de enviarle al Cementerio Civil como se hacía entonces con los suicidas.

¿Qué han opinado otros investigadores sobre Susillo?

Andrés Luque Teruel, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, ensalza las aportaciones del artista diciendo que fue el primero que en Sevilla rompió con las tradiciones barrocas heredadas. Fue el gran renovador. Que incorporó las tendencias internacionales. Tomó lo mejor del arte francés del momento y el realismo de las esculturas. Sus obras fueron muy avanzadas y tuvieron mucha calidad siendo sin lugar a dudas, uno de los escultores más importante del siglo XIX”.

Todos los expertos coinciden en destacar su perfección técnica y su sorprendente dominio del barro. “Tenía mucha soltura. Mantenía la volumetría de los cuerpos, pese a la soltura de los detalles”.

El imaginero y catedrático de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, Juan Manuel Miñarro, se pregunta hasta dónde habría llegado Susillo si no se hubiera quitado la vida tan pronto. Lamenta los pocos estudios rigurosos y académicos que hay sobre su figura que dan tanto pábulo a la leyenda.

Muchas gracias Feliciano por contarnos la vida de este sevillano ilustre, te esperamos la semana que viene como siempre.



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