JOSÉ JIMÉNEZ ARANDA



    José Jiménez Aranda, pintor, ilustrador, profesor y académico. Nació en Sevilla en 1837 y murió en la misma ciudad en 1903 a los 66 años de edad
Pintor e ilustrador, que cultivó escenas de género ambientadas en interiores dieciochescos, el paisaje y los temas religiosos.
Como ilustrador destacó su colaboración en el volumen colectivo “El Quijote del Centenario”.
Fue así mismo un excelente retratista, entre otros pintó al pintor valenciano Joaquín Sorolla, cuyo cuadro se encuentra actualmente en el Museo del Prado de Madrid.
Está considerado uno de los más destacados pintores andaluces del siglo XIX.

    Familia, Fue hermano de los también pintores Luis Jiménez Aranda y Manuel Jiménez Aranda. Estuvo casado y su esposa y la hija que tuvieron fallecieron en 1892, antes que él, como consecuencia de una epidemia de cólera.

    Formación. Bien dotado para el dibujo, ingresó en 1851 en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla. En 1868 estudió en Madrid las obras reunidas en el Museo del Prado, especialmente la de Goya y Diego Velázquez.

    Docencia. En los últimos años de su vida fue profesor de la Escuela Oficial de Bellas Artes de Sevilla. Daniel Vázquez Díaz, Eugenio Hermoso, Ricardo López Cabrera, Manuel González Santos y Sanz Arizmendi fueron discípulos suyos.

    Estilo. Su estilo se caracteriza por la corrección del dibujo y la riqueza cromática, apreciándose una evolución del lenguaje romántico de sus primeras obras a la utilización de una estética de matiz naturalista en su producción madura. En sus pinturas de casacones se manifiesta la huella italiana que se suma a la influencia de Fortuny.

    Ilustrador. Jiménez Aranda dedicó gran parte de su carrera a la ilustración gráfica. Entre sus proyectos principales destaca la monumental edición de “El Quijote del centenario”, en la que el artista asumió la preparación de 689 “gouaches” -para lo que desplegó incontables dibujos- editados en cuatro volúmenes entre 1905 y 1909.

    Inicios profesionales. En 1867 viajó a Jerez de la Frontera para trabajar como restaurador y diseñador de vidrieras.

    Italia. Entre 1871 y 1878 permaneció en Italia, donde entró en contacto con Mariano Fortuny quien ejerció sobre el joven artista una extraordinaria influencia, perceptible en varias de sus obras. A su regreso a España pasó una breve temporada en Valencia y a continuación se instaló en Sevilla, donde permaneció tres años.

    París. En 1881 se instaló con unos de sus hermanos, en París, donde tuvieron estudio propio durante nueve años, pintando obras ambientadas en el siglo XVIII, siguiendo el estilo de Fortuny con un notable éxito.

    Madrid. En 1890 se trasladó a Madrid, pintando escenas de la vida cotidiana de corte más costumbrista, pero tuvo la desgracia que dos años después fallecieron su esposa y su hija.

    Retorno a Sevilla. En 1892 y una vez viudo, decidió instalase definitivamente en Sevilla,

    Academias. Fue académico y presidente de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla.

    Relevancia. Su pintura está representada en los más importantes museos de España, entre ellos: el Museo del Prado de Madrid, el Museo de Bellas Artes de Sevilla y el Museo Carmen Thyssen de Málaga, así como en numerosas colecciones públicas y privadas.

    Exposiciones. Participó con sus obras en exposiciones nacionales e internacionales de Bellas Artes, obteniendo:
* Mención honorífica en las Nacionales de Bellas Artes de 1864 y 1866, así como dos terceras medallas en las ediciones de 1871 y 1878, respectivamente una medalla por edición, por sus pinturas Un lance en la plaza de toros y El guardacantón.
* En 1890, Primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes por su obra Una desgracia.
* En la Exposición Internacional de Múnich de 1883, donde fue galardonado con medalla de honor.

    Reconocimientos honoríficos. Comendador de la Orden de Isabel la Católica.


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