Adriano del Valle




Adriano del Valle Rossy, poeta y traductor. Nació en Sevilla en 1895 y murió en Madrid en 1958 a los 63 años de edad.
Su extensa obra, es fundamentalmente poética. Sus artículos para revistas y periódicos son, fueron en realidad poemas en prosa. Publicó sus creaciones como artículos en periódicos y revistas literarias. Ganador de numerosos juegos florales. Recibió el Premio Nacional de Poesía en 1933 por “Mundo sin tranvías”.
En sus últimos años ocupó la jefatura del Instituto Nacional del Libro Español.

Familia

Era hijo de padre asturiano y madre sevillana de ascendencia italiana. En 1923, se casó en Huelva con Pepita Hernández y se instaló en esa ciudad. Tuvo siete hijos, seis niñas y un varón.

Formación

Abandonó los estudios a la edad de dieciséis años para ayudar a su padre en su empresa de fabricación de juguetes, y luego fue comercial de maquinaria agrícola y por esa causa viajó por toda España. Como poeta fue autodidacta especialmente inspirado por el libro de poesías de Rubén Darío, “Cantos de Vida y Esperanza”.

Iniciativas

En 1918 fundó la revista  “Grecia”, órgano oficial del ultraísmo en Sevilla, junto a los que serían sus grandes amigos  Isaac del Vando-Villar y Luis Mosquera.
En 1927 fundó en Huelva junto a su íntimo amigo Fernando Villalón, y Rogelio Buendía, la revista “Papel de Aleluyas”, en la que colaboraron los mejores poetas de la época.

Trayectoria artística

Conoció a Eugenio d’Ors a quien siempre llamará maestro. D’Ors, quien a su vez sentiría una gran admiración por el joven poeta a quien calificó como buhonero de la primavera
En el viaje de novios que hizo a Lisboa, conoció a José Pacheko y Fernando Pessoa. Con este último comenzó a traducir a Mario de Sá-Carneiro, que se había suicidado.
Su pasión por el arte le llevó a frecuentar la amistad con pintores como Daniel Vázquez Díaz a quien acompañó en 1929, cuando comenzó sus trabajos en los murales del monasterio de La Rábida, y que le hizo varios retratos.
En 1929 introdujo en España el collage, al estilo Max Ernst.
Fue también gran aficionado a la música y cultivó su amistad con Joaquín Turina, Miguel Fleta, Manuel de Falla, Jacinto Guerrero, Joaquín Rodrigo y Ernesto Halffter, entre otros.
Entusiasta de los toros, fue amigo de Ignacio Sánchez Mejías, Luis Miguel Dominguín, Manolete...
En 1931 recibió una carta de Gerardo Diego en la que le comunicaba que había sentido mucho no haberle incluido en su Antología y se disculpaba por ello.
En 1946 representó a España en la Exposición del Libro de Lisboa.
En 1952 participó en el Primer Congreso Internacional de Poesía, celebrado en Segovia, junto con numerosos poetas nacionales y extranjeros.

Publicaciones

Sus libros de poemas, muestran cierta preferencia por motivos andaluces y oscilan entre formas populares y metros clásicos, a menudo adornados con imágenes de gusto barroco.
Escribió su primer libro en Écija entre 1920 y 1923, titulado “Primavera Portátil”, pero no lo pudo publicar por falta de recursos, por eso Gerardo Diego no lo pudo incluir en su "Antología de la Generación del 27". El libro no vio la luz hasta 1934.
Acabada la guerra, dio a la imprenta “Lyra sacra”, recopilación de antiguos poemas escritos tras la recepción del Premio Nacional. Le siguieron otras dos colecciones de versos “Los gozos del río” y “Arpa fiel”.
Años después de su muerte, Guillermo Díaz-Plaja sacó a la luz una edición póstuma con la poesía que Adriano del Valle escribiera entre 1941 y 1957, y finalmente, en 1977 la Editora Nacional ofreció un volumen con la práctica totalidad de la producción lírica de Adriano del Valle, titulado “Obra poética”.

Cine

En 1942 fue nombrado director de la revista “Primer Plano”. Desde ese puesto inició el Festival de Cine de Punta Umbría, y fue uno de los promotores del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Guerra Civil

Tras el estallido de la Guerra Civil, Adriano del Valle tomó partido en favor de la causa nacional y prodigó sus colaboraciones en la revista “Vértice”, órgano de expresión de Falange Española Tradicionalista y de las JONS.

Premios

En 1933, Adriano del Valle resultó galardonado con el prestigioso Premio Nacional de Literatura, que venía a premiar su obra titulada “Mundo sin tranvías que quedó inédita en vida de su autor.
En 1937 obtuvo el Premio Sánchez Bedoya, otorgado por la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
En 1941 publicó “Arpa fiel” le valió el Premio Nacional de Literatura José Antonio Primo de Rivera y el Premio Fastenrath, de la Real Academia Española.
En 1943 le fue otorgado el premio Mariano de Cavia por “Stella matutina”, un texto en prosa inspirado en la Semana Santa sevillana

Biografía

En 2006 su hijo, Adriano del Valle Hernández, publicó “Adriano del Valle, mi padre”, una amplia biografía ilustrada del poeta y traductor.



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