MANUEL MACHADO



Manuel Machado Ruiz, poeta, filósofo, autor teatral y académico. Nació en Sevilla en 1874 y murió en Madrid en 1947 a los 72 años de edad.

Fue uno de los personajes más destacado del Modernismo en España. Su personalidad a la vez cosmopolita y andaluza se plasma en una lírica en la que el gusto modernista coexiste con los motivos populares.

Familia. Era nieto de Antonio Machado Núñez, fue el hijo mayor del matrimonio de Antonio Machado y Álvarez “Demófilo” y Ana Ruiz Hernández, después de Manuel, siguieron Antonio, (1875), José (1879), Joaquín (1881), Francisco (1884), y Cipriana (1885), que murió a la edad de 15 años. Se casó en Sevilla con su prima Eulalia Cáceres y no consta que tuviesen descendencia.

Sevilla. Manuel Machado nació, en el seno de una familia de la burguesía liberal y progresista. Pasó su infancia en Sevilla pero cuando tenía nueve años se instaló con su familia en Madrid, porque su abuelo fue nombrado profesor de la Universidad Central de Madrid y toda la familia se trasladó con él a dicha ciudad. Su familia volvió a Sevilla en pocas ocasiones, pero lo sevillano y lo andaluz siguieron siendo para él una referencia viva, aunque distante, por el amor de sus padres hacia su tierra.

Formación. Al llegar a Madrid en 1883 Antonio y Manuel ingresaron como alumnos en la Institución Libre de Enseñanza (fundada en Madrid en 1876 por los profesores separados de la universidad oficial, y bajo la inspiración de Francisco Giner de los Ríos). Esta Institución influirá decididamente en su persona, aportándole, entre otros valores:

  • Racionalismo.

  • - Amor a la Naturaleza.

  • - Gusto por el diálogo como medio de aprendizaje.

  • - Interés por el folklore popular.

  • - Valoración del trabajo y Enseñanza laica.

Cursó Bachillerato y culminó su formación en Sevilla, con una licenciatura de Filosofía y Letras.

Inicios literarios. Desde muy joven empezó a frecuentar tertulias y lugares de reunión de los literatos de la época como La Marina. Fornos, etc. En Sevilla dio comienzo a sus colaboraciones en el diario “El Porvenir”. Conoció a Luis Montoto, Joaquín Hazañas y comienzan sus incursiones en el mundo del flamenco.

Estancia en París. Marchó a París, y allí pasó largas temporadas para ampliar estudios y se instaló en el hotel Médicis donde vivió Verlaine. Se dedicó a traducir para la casa Garnier y escribió las que serían sus primeras poesías. Se relacionó con Gómez Carrillo, Rubén Darío y Oscar Wilde y escribió su poema Adelfos que en 1900 aparece en su libro Alma.

Creación poética y literaria. Regresó a Madrid y Manuel contribuyó fervientemente a la poesía modernista, entendida en su vertiente más colorista, decadente y cosmopolita, dándole un matiz andalucista que hace de su poesía algo único.

Creó varias revistas literarias de escasa duración y colaboró en periódicos diarios de Europa y América.

Publicaciones.Publicó los siguientes libros de poemas: Alma (1901), Caprichos (1902). Los cantares (1905). El mal poema (1909). Apolo(1911) y Ars moriendi (1921).

Cargos institucionales. Fue director de la Hemeroteca Municipal (hoy Biblioteca Histórica Municipal) y Museo Municipal de Madrid.

Colaboración con su hermano Antonio.Los hermanos Manuel y Antonio Machado Ruiz escribieron juntos varias obras dramáticas de ambiente andaluz. Pero la guerra civil los separó, situándolos en bandos opuestos.

Su obra más notable fue La Lola se va a los puertos, llevada al cine en dos ocasiones. Otras obras de los Machado fueron La duquesa de Benamejí, La prima Fernanda, Juan de Mañara, Las adelfas, El hombre que murió en la guerra y Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel.

Aunque la obra poética de ambos es muy distinta, se aprecian ciertos paralelismos. Así, ambos compusieron sendas poesías autobiográficas («Adelfos», de Manuel, y «Retrato», de Antonio), utilizando versos alejandrinos organizados en serventesios.

Guerra Civil. En 1936 Manuel y su esposa Eulalia habían ido a Burgos a visitar a una hermana de ésta y allí les sorprendió la guerra civil y la separación definitiva de su hermano. Durante la guerra civil colaboró con el aparato de propaganda nacionalista

Al conquistar Madrid los sublevados de Franco, en el año 1939, Manuel dedicó al militar una poesía encomiástica, «Al sable del Caudillo». Esto le valió el reconocimiento del régimen.

Posguerra. Tras la guerra se reincorporó a su cargo de director de la Hemeroteca y del Museo Municipal de Madrid, del que se jubiló al poco tiempo.

Siguió escribiendo poesía, la mayor parte de carácter religioso. El poeta continuó escribiendo panegíricos a diversas figuras y símbolos del franquismo, lo que le valió el desprecio de críticos y poetas posteriores, que lo consideraron un traidor a la causa republicana.

Divulgación del cante flamenco. Un mérito indiscutido de Manuel Machado es su labor como divulgador y renovador de los cantes flamencos, el «cante hondo».

El conocimiento le venía de familia, pues su padre, Demófilo, había recopilado las letras anónimas de los cantes flamencos en su libro Cantes flamencos

Manuel Machado escribió poesías idóneas para el cante, utilizando coplas, seguidillas, y soleares. Creó una nueva variante de soleá en la que el verso central tiene un número desproporcionado de sílabas (9, 10, 11, ó más sílabas), que bautizó como soleariyas.
Cuando reproduce palabras típicas del dialecto andaluz, las marca utilizando la letra cursiva.

Crítica poética. El verso de Machado es ingenioso, ágil y expresivo, con huellas del parnasianismo y los poetas malditos franceses. Sus influencias más marcadas son Verlaine y Rubén Darío, que le distinguió con su amistad y aprecio.

Academias. Ingresó en la Real Academia Española en 1938 siendo contestado su discurso de ingreso por José María Pemán.


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